una unidad psicológica con una cultura propia que se
regula internamente y ejerce una influencia
constructiva sobre sus miembros. Así, la identidad
universitaria es una manifestación específica y crucial
dentro del entramado más amplio de la identidad
social.
En El libro de los abrazos (1989), Eduardo Galeano
expresó que nuestra identidad se forja a través de
nuestras acciones para transformar lo que somos. No
se trata de algo fijo y estático, sino de una continua
síntesis de nuestras contradicciones diarias.
Por su parte, el filósofo alemán Martin Heidegger, en
La universidad alemana (1934), reflexionó sobre el
papel de la universidad en la sociedad, señalando que
ni el conocimiento del estado actual de la universidad
ni su historia temprana garantizan una comprensión
completa de su esencia. Esta esencia solo se puede
definir claramente para el futuro si nos
comprometemos con ella y, a través de ese
compromiso, nos afirmamos a nosotros mismos.
Según Heidegger, la autonomía universitaria solo se
justifica si está basada en una autorreflexión
profunda, que solo puede suceder si la universidad
tiene la fuerza para autoafirmarse. Esto se logrará si
profesores y alumnos presentan la ciencia en su
necesidad más genuina y se mantienen firmes en el
destino de la universidad con todo su compromiso.
El Dr. Manuel Burga (1983), durante su estancia en
la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de
París en 1982, observó que en Francia la universidad
se presenta como un centro de cuestionamiento,
polémica y rebeldía, un lugar donde surgen grandes
doctrinas que impactan al mundo. En contextos de
gran injusticia, como el de su propio país, la
universidad debe ser aún más rebelde.
Jorge Brower Beltramin, profesor en la Universidad
de Santiago de Chile, comparte esta visión,
argumentando que la universidad debe ser un espacio
donde nada está exento de cuestionamiento. El
compromiso con la universidad implica una
responsabilidad activa en la problematización y
revalorización de la institución. Jacques Derrida
(2010) también subraya que profesar es una forma de
comprometer nuestra responsabilidad, una
declaración pública de lo que somos y creemos, más
allá del conocimiento técnico-científico. La promesa
asumida en el contexto universitario debe
manifestarse en la práctica educativa e investigativa
de docentes y estudiantes.
Leyda Mercedes Brea en su tesis de 1914 indicó que
el sentido de pertenencia en el contexto universitario
se define como la conexión emocional y el
compromiso que los estudiantes desarrollan con su
grupo o entorno académico. Este sentimiento se
descompone en varias dimensiones clave: psicológica
(afiliación e integración), afectiva y social
(emociones e interacciones), y física (características
y confort de los espacios). En el ámbito educativo, se
añade una dimensión académica que abarca la
pertinencia del currículo y el ambiente del aula y del
departamento.
En su investigación con estudiantes de Arquitectura
del Campus Santo Tomás de Aquino de la Pontificia
Universidad Católica Madre y Maestra, tenía como
objetivo identificar los factores que influyen en su
sentido de pertenencia y analizar su impacto en el
rendimiento académico y en la identificación con la
escuela y la universidad. Para ello Brea empleó dos
metodologías: un estudio cuantitativo mediante
cuestionarios y un estudio cualitativo a través de
discusiones con egresados. Su investigación
demostró que los factores más influyentes en el
sentido de pertenencia estudiantil son la pertinencia
del currículo, el apoyo de los profesores y del
departamento, la relación entre compañeros, el
ambiente en el aula y en la institución, y la
funcionalidad de las instalaciones físicas. Un
currículo relevante facilita que los estudiantes se
sientan competentes y respaldados en su desarrollo
profesional. El interés y apoyo de los docentes, junto
con un clima afectuoso, fomentan un buen
desempeño y una integración positiva en la
comunidad universitaria. Además, la calidad de las
infraestructuras impacta en la identidad estudiantil y
en la dinámica de las interacciones académicas y
sociales.
Confiabilidad del test de Leyda Mercedes Brea
(2014) que evalúa la identidad dentro de la
institución universitaria.
Dentro de la teoría clásica de los test, una técnica
frecuente para valorar la fiabilidad de un instrumento
es el coeficiente alfa de Cronbach. Este coeficiente
evalúa la consistencia interna de una escala al medir
la correlación entre los ítems del instrumento. En
términos sencillos, el alfa de Cronbach proporciona