concesión de 120 hectáreas de bosque en el río Yezú,
cerca de Villa Rica. Despejó el bosque para cultivar
tabaco y café, y estableció una pequeña ganadería con
el préstamo de animales, los cuales devolvió una vez
que se reprodujeron. En 1936, después de construir su
propia casa, se dirigió a Pozuzo en busca de una
esposa, donde conoció a Cristina.
Cristina Egg, madre de Antonio y oriunda de Pozuzo
con raíces austriacas, completó su educación primaria
en Oxapampa bajo la tutela de las madres
franciscanas. En 1937, contrajo matrimonio en la
misma ciudad y recibió como dote un barril de cinco
galones de manteca de chancho de sus padres, que
luego vendió para adquirir utensilios para su hogar.
Cristina y Juan, su esposo, inculcaron a su familia los
valores de la tradición laboral germana, destacando la
importancia del trabajo responsable y eficiente.
Mientras que Juan transmitió su determinación y
fortaleza para superar desafíos, Cristina infundió
ternura, paciencia y alegría de vivir.
Con ocho hijos y recursos económicos limitados, la
familia de Cristina siempre mostró generosidad,
incluso adoptando a una niña huérfana. El nacimiento
de Antonio en 1940 fue un evento significativo,
moldeando su carácter y personalidad. La
subsistencia familiar dependía de los cultivos y la cría
de animales, donde una mala cosecha podía amenazar
su bienestar. A pesar de las dificultades económicas,
la familia se alimentaba adecuadamente gracias a su
huerta bien surtida y la cría de animales. Antonio
describe su infancia como un período de constante
aprendizaje, donde desde temprana edad participaba
activamente en las labores del campo.
Criado en los bosques de neblina de la Selva Alta,
Antonio aprendió a apreciar la riqueza natural tropical
mientras trabajaba en la chacra familiar con sus
hermanos. Compartió juegos y aventuras con los
niños yaneshas, quienes le enseñaron a interpretar la
naturaleza y a desenvolverse en el entorno forestal.
Ante la falta de servicios médicos, su madre recurrió
a la sabiduría de una curandera yanesha llamada
Narcisa, cuyo conocimiento de las propiedades
medicinales de las plantas del bosque ayudó a la
familia a superar diversas enfermedades.
Antonio siempre recordó a Narcisa por enseñarle el
uso de las hierbas medicinales, y dedicó su libro
Diccionario de las Plantas Útiles del Perú a su
memoria, así como a su mentor, el padre Jaroslav
Soukup Jenisek, experto en la flora y fauna del país.
En 1948, la familia Brack Egg, anteriormente dueña
de 120 cabezas de ganado, vendió el ganado y compró
una finca de 60 hectáreas de café en Cedropampa,
cerca de Villa Rica. Se enfocaron en el cultivo del
café, que tenía precios favorables en el mercado, y la
situación económica mejoró notablemente. Juan
diseñó un sistema agroforestal para el cultivo en
laderas empinadas, utilizando la sombra de árboles
para mejorar los rendimientos. Con el tiempo, la
economía familiar prosperó y los hijos mayores se
trasladaron en 1951 a la ciudad de Huancayo para
continuar sus estudios.
Durante su niñez, Juan y Cristina solo recibieron
educación primaria, pero para sus hijos aspiraban a
una educación superior que les permitiera progresar.
Para ello, Juan Brack se suscribió al diario El
Comercio de Lima y utilizó un correo a lomo de mula
para recibir los ejemplares en casa, con los cuales
enseñaba a sus hijos a leer y escribir. Los hijos
mayores comenzaron la escuela en 1948 y en 1951 se
trasladaron a Huancayo para estudiar en un internado
salesiano. Fue allí donde Antonio Brack se interesó
por las Ciencias Naturales al estudiar el libro El Perú
de Antonio Raimondi, que se le facilitó el misionero
salesiano de origen polaco Alejandro Michalski,
investigador y docente especialista en las Ciencias
Naturales, despertando su pasión por explorar y
estudiar la naturaleza del país. Durante las
vacaciones, junto con su hermano, empezó a
recolectar especímenes de flora y fauna para el museo
del colegio.
Residir en el Valle del Mantaro supuso desafíos para
Antonio Brack Egg, como adaptarse al clima frío,
modificar sus hábitos alimenticios y tolerar el uso de
calzado. Su alimentación, que solía consistir en platos
tradicionales preparados por su madre, se vio alterada
por la comida criolla del colegio en Huancayo, lo cual
le causó malestar.
En 1954, viajó a Lima para completar sus estudios
secundarios en el colegio de la Inmaculada de
Santiago de Surco, donde entabló una relación con el
botánico Jaroslav Soukup, un destacado investigador
de la flora peruana. Soukup dirigía la revista Biota,
donde Brack Egg tuvo la oportunidad de publicar sus
primeros artículos científicos sobre la fauna peruana.
Acompañó a Soukup en varias expediciones al campo